martes, 22 de diciembre de 2009

Porque no todas las lágrimas son saladas...

Ella se fue y con ella alejó el baúl de recuerdos que descansaba sobre el sofá. Se fue, dejando vacíos interminables y llantos ausentes de gozo, porque las lágrimas no siempre son saladas, se fue y apartó del camino de su vida, el surco de mazorcas que amenazaba con arrebatarle lo que más atesoraba.

El primer pie que pisó la tierra sin ningún tipo de artefacto inhibidor de placer, la llevó hacia la derecha del camino, donde había diminutos pedestales de roca donde habitaban aún más pequeños caracoles.

El segundo pie le llevó al agua salada, le sanaba las heridas y las llagas que el primer pie había causado. Así, poco a poco se encaminó en el sueño donde la fantasía no le impedía nada, donde a lo lejos veía el interminable arrojo de las olas, donde cauteloso depositaba sus pensares, sus andares y sus quién sabes.

1 comentario:

  1. Tremendo!,

    Aunque el tercer párrafo (estrofa??, o cómo debo llamarlo?) es el que más me gustó.

    esos quién sabe como dan comezón algunas veces no?,

    Por cierto, es cuestión de estilo, pero le quitaría la coma antes de "el surco de mazorcas..."

    Saludos Sayri. ;)

    ResponderEliminar