jueves, 10 de diciembre de 2015

Lloras y Regresas

Hay momentos en que ansías la soledad porque sientes el fastidio y el tedio de la rutina. Cuando por fin tienes esa oportunidad, cuando al fin eres libre de las cadenas de tu monótona vida, y tus quejas sobre lo que hace falta y lo que tienes que hacer se van, te das cuenta del grave error que cometiste al desear la soledad forzada. Ahora, ya por fin que estás solo, ya que por fin tu deseo de un cambio es satisfecho, lloras.

Lloras por el abrazo que antes, diario, se te regalaba.
Lloras por el beso que era depositado en ti con ternura, con amor.
Lloras por la compañía cuando comes.
Lloras por la ausencia de ruido y la extrema calma.

Tu cuerpo expresa risa, cuando todo tú emanas llanto;
de repente, así de pronto, casi de inmediato, quieres regresar.

Retornar a una cama destendida;
a un desayuno simple, pero personalizado;
regresar a tu casa sucia, pero acogedora;
a un patio que no visitas, pero que sabes certeramente tuyo.

Volver a las caminatas que te alejan o te acercan a quien deseas,
sufrir las visitas que se habían convertido en norma.

Sigues llorando,
permaneces en donde estás hasta que ya no eres solicitado,
subes el elevador, caminas cansado -tus pies casi no responden-,
llegas a tu puerta. Fastidiado de estar solo, la abres.

¡Cómo! ¿No hay nadie quien te reciba?
Tonta criatura. Ahora extrañas el "¿cómo te fue, te llevaste suéter?"

Te recuestas, tomas aire.
Escuchas los sonidos de tu alrededor.
Todo está en constante ajetreo,
en movimientos medidos.
Y tú solo escuchas silencio.
Silencio porque nadie te habla
y esos murmullos que escuchas,
jamás se dirigen a ti.

Te convertiste en el inservible solitario que tanto anhelabas. ¿Suficiente? ¿Ya quieres regresar? Lamento decirte, infame miserable, que es tu penitencia quedarte atrapado en el limbo de la indiferencia social, el verdadero silencio a voces, en la caminata nocturna, en el paraíso que no te observa.

No te preocupes. Cuando llores desgarrado y desees lo que tenías, estaré contigo
y me dirás qué sentiste y qué tan adolorido amanecía tu cuerpo y tus entrañas. Porque finalmente, amado seductor, quién mejor que yo para entender lo que extrañas. Si al final del día éramos dos los que entraban. Te quiero.

Soledad.


martes, 22 de junio de 2010

ENANO

Este cuento/poema/carta va dedicada con todo mi amor, respeto, admiración y dicha a mi compañero, mi amigo, mi enemigo, mi bestial y permanente ENANO...

No recuerdo la primera vez que te conocí, pero recuerdo que desde que te supe a mi lado te quise. Te quise por la ternura que emanaban tus ojotes y tus graciosas burlas a lo cotidiano. "Esque no me aguanto la risa", se queda tatuado en mi alma siempre...

Tengo tantos recuerdos a tu lado Enano, tantas vivencias, tantos juegos, tantas riñas, tantos llantos. Me perdonabas cuando era malvada y sin chistar, mucho, aceptabas ser Luigi en Mario Bross... aceptabas ser mi alumno en matemáticas y eras el más afamado arquitecto en las construcciones de fortalezas sabanísticas en la sala de mamá...

Fuiste mi primer colega en nuestro serio, muy serio, primer trabajo. Abrir el zaguán y ganarnos el pesito para los dulces, no tenía precio cuando después subíamos a la azotea a comer el botín a escondidas en la marquesina de la casa con las patitas colgando.

Sin objetar, me ayudaste a colocar trampas para atrapar la ardilla de la iglesia y atrapabas gustoso los bien aventurados chayotes que colgaban en ese cielo inmenso que ahora contemplamos ya de grandes.

Me ayudaste a facilitar el arte de hacer leche con chocolate... meter el dedo en ese hoyito con agua en el patio. Eras mi compañero de juego, de vida, de todo, MI ENANO...

Fue contigo que descubrí mis artes histriónicas y tu las artes de ccomunicar, con esa estación de radio clandestina que tocaba, al son de grabadora, lo Mejor de lo Mejor. Juntos descubrimos que Santa no existía y que mamá era quien nos dejaba dinero cuando se nos caían los dientes... chimuelos!!!

Eras tú quien con gran valentía, se levantaba, casi de madrugada, a ver qué nos había dejado Santa Clos. Claro que, lo que en realidad queríamos llegaba con 3 años de retraso. Recuerdas que era???

No tengo palabras para expresarte el más sincero y puro amor que he sentido. La dicha de ser tu hermana, la bendición de tenerte al lado. Te amo... contigo camino siempre, desque que naciste y hasta que alguno de los dos se reúna con los cabecitas blancas de los abuelos...

Eres mi dicha encarnada, eres mi satisfacción como ser, eres la criatura que goza de todo lo que tengo que ofrecerle al mundo, porque lo hemos saboreado en las malas y en las buenas.

Eres el guerrero que admiro y la fortaleza encarnada. Eres el creativo infante, adulto con mirada de niño... eres todo berrinche, todo drama... y así, así como eres ¡¡¡quédate!!!... nunca te he de pedir nada...

Felices 20 enano... hermanito chulo...
Gracias por todo. Brindo por lo que vivimos y por lo que nos falta.
Te ama la loca que te tocó por hermana.

viernes, 4 de junio de 2010

Todos tenemos un A.L.E

“El tiempo, eso que conozco como tiempo se mide con tu ausencia”

Ya hacía tiempo que había notado la insatisfacción y vaga soledad del ser humano. Que si la criatura en cuestión estaba muy flaca, muy ebria, “muy mucho malo”. Y pensé.

La primera vez, amante lector imaginario, que su servidora se enamoró tenía escasos 12 años. Doce años y el amor adolescente, púbero llegó a la puerta. El cuasi hombre era en toda su expresión perfecto. Perfecto porque sentí mariposas en el estómago, ansiedad en el recreo, ansías incontenibles de besarle y tomar su mano. No sabía, desconocía por completo qué era en ese entonces el amor. Y sigo sin saberlo.

Pero sé con certeza que no deseo la hormona del olvido, ni tener la capacidad de borrar lo dañino para el alma. Porque disfruté el alma fisurada, las lágrimas nocturnas, la silueta simulada, la luna quejumbrosa, las borracheras y las flaquezas que tumbaban con indescriptible fuerza mi ser y el ser.

Escribí cartas, dediqué poemas, lloré a cuenta gotas, miré el reloj esperando llamadas, grité nombres en silencio e irrevocablemente me supe enamorada. Enamorada al fin.

Así caí en cuenta que todos tenemos un A.L.E

Amor Lejano Eterno… A.L.E Todos lloramos con canciones, todos poseemos el anhelo de vivir el cuento de hadas, de dormir acurrucados al lado de quien se ama. Todos vemos de reojo y pintamos una raya. Llega la mañana, de esas donde la luna se asoma a destiempo, levantas la cabeza y por alguna razón lloras. Nadie te consuela, nadie sabe que sufres porque duele y te duele porque amas.

Pasan las horas, los días, meses, veranos, años. Cuánto tiempo le dedicas y sigues en la cansada tarea de llorar seco, de gritar silencios, de besar almohadas de tocar ventanas. Amas, criatura indefensa, con todo el ser, con cada poro, con cada vello, con cada paso lánguidamente dado.

Amor Lejano Eterno. Que duele y vacía las entrañas. Que provoca espasmos y falta de apetito. Amor Lejano Eterno. Que mima la vida no dada y la comunión de dos que se aman.

Pasará el tiempo, correrán montañas y tú lloras. Asesinarás tus sueños, serás víctima de la rutina y lloras. Más aún, lloras por la ausencia de aquél, no por tu falta de gracia. Lloras por lo incompleto de la vida y las mitades en gajos, las veredas sin surcos y las subidas empinadas.

Pero, así como se secan en las sucias mejillas esas gotitas saladas, juro que se seca la vida. Yo amé, yo amo yo amaré. Yo he vivido, vivo pero no viviré. Declaro entonces que ahora, después de desilusiones, amores y encuentros de infortunio: que fue mejor haber amado a quien fuera. Fue mejor haber besado, como haya sido. Fue mejor haber tocado y quemar mis manos a dejarlas frías un rato.

Declaro, lector amante mío… ante el sujeto de los mil nombres: ¡Si nos hubieras visto! ¿Cómo no haberlo hecho, cuando todos alguna vez hemos desprendido el aroma del amor consumado y la dicha del abrazo perpetuo? La imagen que describo, solo puede ser estampada en nuestra mente como la felicidad encarnada y la compañía satisfecha.

Al final… todos estamos vacíos, incompletos. Satisfechos y llenos cuando aquel, aquella llega nos besa, reposa, nos mira y nos sabemos propiedad ajena porque ya no perteneces a ningún lugar y el lugar que llamas casa está a su lado.

Brindo y celebro por las lágrimas y la desdicha. Algo más llega. Busquen, busquen. Juro ante mis dioses que no habrá nadie que les ame con desmesura, pasión y locura hasta que tengas un Amor Lejano Eterno. Mientras llega, mientras le esperas, mientras le lloras. Ama, vive, ríe, sueña… me han dicho que ya casi llega.

Para mi amigo Bebebond de Tololoy

viernes, 23 de abril de 2010

El más, el mejor, el primero

Lo grave de no estar tomando clases es que lo que antes era necesidad se convierte en esporádico. Me refiero al maravilloso mundo del debate y la participación. Ese mundito cuadrado donde, en grupos de ochenta personas, donde solo opinaban diez, se intentaba dar explicación a fenómenos políticos, ecológicos, sociales, culturales que aquejan al país; cultivando la necesidad individual de decir, expresar, criticar.


En ese “mundo intelectual”, so pretexto de saber, es donde se lee el periódico ávidamente y se escuchan las noticias para criticar cualquier acontecimiento que se cierne en el país. Así pues, bajo el ala de ese mundo me encontraba, cuando comencé a escuchar el orgullo con el que el gobierno federal enfatizaba los logros del país, “ razones para festejar el bicentenario.” Y fue entonces que las discrepancias comenzaron a surgir.


De acuerdo a estos anuncios, México es el primer productor de papaya a nivel mundial, tiene el puente más alto de América Latina, será poseedor de la primera frontera inteligente del mundo, cuenta con la red de comunicaciones más moderna y la lista sigue.
El más, el primero, el mejor. No es necesario ser el mejor en cosas superfluas ni ostentar detalles que no convergen con las verdaderos primeros lugares del país y que atañen a todos y a nadie a la vez.
México es además de lo que se menciona arriba: Primer lugar en obesidad, en secuestros en tiempo de enseñanza perdido, en consumo de Coca Cola y la lista sigue. Entonces, ¿hacia dónde se dirige el país?, ¿qué métodos de medición serán utilizados en el futuro?, ¿cómo se logrará sacar a México de la lista de los primeros lugares y colocarlo en los últimos pero quizá mejores? Quisiera tener las respuestas.

Lentamente el país entra en terrenos borrascosos, cuando se comienza a cuestionar el funcionamiento de su clase política o la ausencia de ella. Sin embargo, con o sin el cuestionamiento, la verdad es que siempre es más sencillo ostentar lo que se posee. En el caso del país, esto se podría entender como el lógico razonamiento ante una comunidad global que despega, y evoluciona con nosotros al margen. Digo con nosotros porque como comunidad estudiantil de la mejor universidad de América Latina, -un primer lugar donde se vale festejar un centenario de autonomía- nos toca salpimentar la realidad del país. Y porqué no, ser fundadores de verdaderos logros.


Empero, no minimizo los logros que se anuncian ni tampoco desecho la idea de un país mejorado. Pero mientras no se detenga el ideal de que ser el primero significa ser mejor, continuaremos en una pendiente inclinada donde todos crecen y México se estanca.
Así pues, terminaré diciendo que ante todo y ante cualquier situación, es necesaria una pizca de humildad y modestia. El verdadero orgullo viene cuando se lucha y se compite con grandes, lo demás son nimiedades.

lunes, 5 de abril de 2010

DECLARACIÓN 22

... mi regalo de cumpleaños... digno de una chica demente...

Hoy amanecí un año más vieja, más experta, más lúcida, más competente, más tenaz. Pero también amanecí un poco más triste, melancólica, irónica y sublimemente demente. Amanecí con la novedad de que mi cuerpo se atrevió a experimentar el abrazo perpetuo sin éxito y besó sin saborear las bocas.

Me supe eternamente enamorada de dos cosas: la vida y mi familia. Me enteré que estaba obsesionada con dos cosas: los hombres y EL hombre. Me supe bella, linda, fea, amargada, berrinchuda y belicosa.

Sin embargo, hoy me siento y recalco mis pensares en una hoja que, aunque electrónica, me basta para sucumbir a los deseos de unos dedos cansados unos ojos lúcidos y una mente enferma. Conocí mis adicciones, mis debilidades y mis bullas. Experimenté el deseo de sanar almas y percudir la propia. Alimentar egos y destruir el que me toca.

Me enteré, que mi cuerpo puede dar vida y que lo que entra por debajo tiene ese mísero objetivo. Que weba!!! Supe que para hacer el amor bastan las palabras y sobra cama; que para decir te amo, basta mirar de lejos y gritarlo en pecho cerrado.

Hoy lector, amante mío, sea quien “sieres” te confieso mi ineptitud para aceptar el fracaso, te confieso mi declaración de guerra ante la injusticia y el desamparo, te confieso que me creo perfectamente imperfecta y que así me amo. Amante mío, lector, libreta, hoy te digo con mis 21 gramos de fuera que la plenitud llega en el día y se desvanece por la noche, que el tímido rayo de sol matutino basta para agradecerle a quien sea de estar andando, campante, vagabunda, trechera, sin rumbo.

Me declaro poeta, filósofa, errante. Amante de la flor con vida y del jarro de barro y también, porque no, de las costuras y deshilachadas faldas del amor indispuesto. Declaro mi pasión hacia el cuerpo y mi fijación hacia tus labios, los que fueran, del lector que sea, de los pocos que quedan.

Confieso que le lloré a Benedetti y que Sabines me pone a llorar como niña. Que mi héroe es mi padre y mi abuelo y mis heroínas mi madre y la suya. Supermán colgó la capa cuando me profesaron el primer beso y el primer cambio de pañal.

Admito que me no me gusta el chocolate y las rosas me dan asco. Declaro que mi compañero de infortunio me aborrece y deseé con furia no tener cuerpo ajeno sobre mí, sino era el que amaba. Admito que odio las pruebas de amor, pero las doy porque amo. Que amo de lejos para que nadie me toque y, así, evitar que me rompan. Que me tiemblan las piernas cuando me dicen te quiero y las manos sudan, con o sin talco, cuando me toman toda.

Declaro que leo el periódico por costumbre y prefiero las caricaturas. No entiendo el albur pero sé jugar a ser sensual y guapachosa. A cómo me amo!!!

Declaro que a mis 22 años, la vida está en paz conmigo, porque aún no conozco una mísera porción de lo que me toca. Y yo a la vida no le debo nada, porque aún vida mía… no estamos en paz.


continuará...

jueves, 25 de marzo de 2010

Bicentenario feliz

últimamente, a falta de encontrar actividades lúdicas que alimenten mi cerebro, me senté a ver televisión. En una de esas horas perdidas, entre los molestos comerciales de una serie genial, descubrí unos bloques que, con mujeres ataviadas de vestidos/cortina, y animales hermosos, se encontraba la propuesta de la encantadora televisa para festejar el anhelado bicentenario.

Confieso que me gustaron. Así que decidí buscar los restantes en el fantástico youtube y quedé fascinada, encontré para mi deleite, buenas tomas, buena música, buena fotografía y buen gusto. Me recordó a aquéllos bloques de Discovery donde se aseguraba que el poder de uno hacía la diferencia. Hasta aquí todo marchaba perfectamente bien, hasta que oooh sorpresa, me encontré con la realidad del país.

Como todo ardid publicitario, las fuerzas mediáticas de este país omiten decir que, El desierto de Salamanca que gustosos anuncian tiene problemas medioambientales, además de utilizar un bellísimo gato que termina opacando a la esquelética modelo que le acompaña. Esta última parte son celos míos porque no ostento la belleza de esa mujer.

Así que a continuación, mi humilde y ociosa opinión:

México no le debe nada a los medios, y los sublimes cortos que acompañados de música llegadora, son solo una muestra más del orgullo mal erguido que caracteriza al mexicano.
Yo estoy orgullosa de ser mexicana, pero me avergüenzo al pensar que vivo en un país fracturado y sumiso. Estoy orgullosa de pertenecer a la clase que trabaja, y más orgullosa aún de ser nieta de campesinos. Estoy orgullosa de expresar sin tapujos que el país donde nací se esta muriendo.

México como país debe su belleza a la gente de antes, aquellos "indios" que ahora danzan en bloques mediáticos que enaltecen su cultura, alguna vez sojuzgada y maltrecha. México debe su orgullo a todo aquel paisaje que le adorna hasta que el turista superficial arriva. Le debe su nombre a la cantidad de lenguas que posee y presume pero nadie quiere hablar.

Le debe su nombre a animales magníficos que encuentran refugio en las costas mexicanas, para después descubrir que serán asesinados porque México-gobierno no tiene w$%&%& para defenderlos. Le debe su nombre al niño de la calle que se ignora y al indigente que come basura. Le debe su nombre al héroe citadino que marcha al trabajo mal pagado para que su familia coma. México le debe su nombre al estudiante que es lanzado a la calle con un título, o la ausencia de este, para ser humillado por no tener experiencia laboral.

México es desde el más anciano hasta el que apenas llega al mísero mundo que le tocará vivir. Comienza desde el perro de alcurnia hasta aquel que no sabe cuando será atropellado. México es más que un pinche bloque de comerciales que muestran lo bello. Porque aveces, dentro de lo feo se encuentra la belleza. México vive con o sin comerciales bonitos.

Y qué si estos anuncios muestran la mitad de lo real? No es acaso lo que siempre sucede? Solo una muestra de lo que existe? Mientras den esperanza y enaltezcan lo que posee el mexicano, ¿qué mas da si buscan lugares maravillosos para expresar ese orgullo? Lejos, muy lejos de ese orgullo, confort y esperanza, se encuentra la tristeza, el hambre, el odio, el malinchismo, la degradación ambiental, el asesinato. No veo la hora de festejar el bicentenario. El chiste es gastar lana que no hay y decir que estamos bien no? Viva México, viva televisa.