jueves, 25 de marzo de 2010

Bicentenario feliz

últimamente, a falta de encontrar actividades lúdicas que alimenten mi cerebro, me senté a ver televisión. En una de esas horas perdidas, entre los molestos comerciales de una serie genial, descubrí unos bloques que, con mujeres ataviadas de vestidos/cortina, y animales hermosos, se encontraba la propuesta de la encantadora televisa para festejar el anhelado bicentenario.

Confieso que me gustaron. Así que decidí buscar los restantes en el fantástico youtube y quedé fascinada, encontré para mi deleite, buenas tomas, buena música, buena fotografía y buen gusto. Me recordó a aquéllos bloques de Discovery donde se aseguraba que el poder de uno hacía la diferencia. Hasta aquí todo marchaba perfectamente bien, hasta que oooh sorpresa, me encontré con la realidad del país.

Como todo ardid publicitario, las fuerzas mediáticas de este país omiten decir que, El desierto de Salamanca que gustosos anuncian tiene problemas medioambientales, además de utilizar un bellísimo gato que termina opacando a la esquelética modelo que le acompaña. Esta última parte son celos míos porque no ostento la belleza de esa mujer.

Así que a continuación, mi humilde y ociosa opinión:

México no le debe nada a los medios, y los sublimes cortos que acompañados de música llegadora, son solo una muestra más del orgullo mal erguido que caracteriza al mexicano.
Yo estoy orgullosa de ser mexicana, pero me avergüenzo al pensar que vivo en un país fracturado y sumiso. Estoy orgullosa de pertenecer a la clase que trabaja, y más orgullosa aún de ser nieta de campesinos. Estoy orgullosa de expresar sin tapujos que el país donde nací se esta muriendo.

México como país debe su belleza a la gente de antes, aquellos "indios" que ahora danzan en bloques mediáticos que enaltecen su cultura, alguna vez sojuzgada y maltrecha. México debe su orgullo a todo aquel paisaje que le adorna hasta que el turista superficial arriva. Le debe su nombre a la cantidad de lenguas que posee y presume pero nadie quiere hablar.

Le debe su nombre a animales magníficos que encuentran refugio en las costas mexicanas, para después descubrir que serán asesinados porque México-gobierno no tiene w$%&%& para defenderlos. Le debe su nombre al niño de la calle que se ignora y al indigente que come basura. Le debe su nombre al héroe citadino que marcha al trabajo mal pagado para que su familia coma. México le debe su nombre al estudiante que es lanzado a la calle con un título, o la ausencia de este, para ser humillado por no tener experiencia laboral.

México es desde el más anciano hasta el que apenas llega al mísero mundo que le tocará vivir. Comienza desde el perro de alcurnia hasta aquel que no sabe cuando será atropellado. México es más que un pinche bloque de comerciales que muestran lo bello. Porque aveces, dentro de lo feo se encuentra la belleza. México vive con o sin comerciales bonitos.

Y qué si estos anuncios muestran la mitad de lo real? No es acaso lo que siempre sucede? Solo una muestra de lo que existe? Mientras den esperanza y enaltezcan lo que posee el mexicano, ¿qué mas da si buscan lugares maravillosos para expresar ese orgullo? Lejos, muy lejos de ese orgullo, confort y esperanza, se encuentra la tristeza, el hambre, el odio, el malinchismo, la degradación ambiental, el asesinato. No veo la hora de festejar el bicentenario. El chiste es gastar lana que no hay y decir que estamos bien no? Viva México, viva televisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario