martes, 22 de junio de 2010

ENANO

Este cuento/poema/carta va dedicada con todo mi amor, respeto, admiración y dicha a mi compañero, mi amigo, mi enemigo, mi bestial y permanente ENANO...

No recuerdo la primera vez que te conocí, pero recuerdo que desde que te supe a mi lado te quise. Te quise por la ternura que emanaban tus ojotes y tus graciosas burlas a lo cotidiano. "Esque no me aguanto la risa", se queda tatuado en mi alma siempre...

Tengo tantos recuerdos a tu lado Enano, tantas vivencias, tantos juegos, tantas riñas, tantos llantos. Me perdonabas cuando era malvada y sin chistar, mucho, aceptabas ser Luigi en Mario Bross... aceptabas ser mi alumno en matemáticas y eras el más afamado arquitecto en las construcciones de fortalezas sabanísticas en la sala de mamá...

Fuiste mi primer colega en nuestro serio, muy serio, primer trabajo. Abrir el zaguán y ganarnos el pesito para los dulces, no tenía precio cuando después subíamos a la azotea a comer el botín a escondidas en la marquesina de la casa con las patitas colgando.

Sin objetar, me ayudaste a colocar trampas para atrapar la ardilla de la iglesia y atrapabas gustoso los bien aventurados chayotes que colgaban en ese cielo inmenso que ahora contemplamos ya de grandes.

Me ayudaste a facilitar el arte de hacer leche con chocolate... meter el dedo en ese hoyito con agua en el patio. Eras mi compañero de juego, de vida, de todo, MI ENANO...

Fue contigo que descubrí mis artes histriónicas y tu las artes de ccomunicar, con esa estación de radio clandestina que tocaba, al son de grabadora, lo Mejor de lo Mejor. Juntos descubrimos que Santa no existía y que mamá era quien nos dejaba dinero cuando se nos caían los dientes... chimuelos!!!

Eras tú quien con gran valentía, se levantaba, casi de madrugada, a ver qué nos había dejado Santa Clos. Claro que, lo que en realidad queríamos llegaba con 3 años de retraso. Recuerdas que era???

No tengo palabras para expresarte el más sincero y puro amor que he sentido. La dicha de ser tu hermana, la bendición de tenerte al lado. Te amo... contigo camino siempre, desque que naciste y hasta que alguno de los dos se reúna con los cabecitas blancas de los abuelos...

Eres mi dicha encarnada, eres mi satisfacción como ser, eres la criatura que goza de todo lo que tengo que ofrecerle al mundo, porque lo hemos saboreado en las malas y en las buenas.

Eres el guerrero que admiro y la fortaleza encarnada. Eres el creativo infante, adulto con mirada de niño... eres todo berrinche, todo drama... y así, así como eres ¡¡¡quédate!!!... nunca te he de pedir nada...

Felices 20 enano... hermanito chulo...
Gracias por todo. Brindo por lo que vivimos y por lo que nos falta.
Te ama la loca que te tocó por hermana.

viernes, 4 de junio de 2010

Todos tenemos un A.L.E

“El tiempo, eso que conozco como tiempo se mide con tu ausencia”

Ya hacía tiempo que había notado la insatisfacción y vaga soledad del ser humano. Que si la criatura en cuestión estaba muy flaca, muy ebria, “muy mucho malo”. Y pensé.

La primera vez, amante lector imaginario, que su servidora se enamoró tenía escasos 12 años. Doce años y el amor adolescente, púbero llegó a la puerta. El cuasi hombre era en toda su expresión perfecto. Perfecto porque sentí mariposas en el estómago, ansiedad en el recreo, ansías incontenibles de besarle y tomar su mano. No sabía, desconocía por completo qué era en ese entonces el amor. Y sigo sin saberlo.

Pero sé con certeza que no deseo la hormona del olvido, ni tener la capacidad de borrar lo dañino para el alma. Porque disfruté el alma fisurada, las lágrimas nocturnas, la silueta simulada, la luna quejumbrosa, las borracheras y las flaquezas que tumbaban con indescriptible fuerza mi ser y el ser.

Escribí cartas, dediqué poemas, lloré a cuenta gotas, miré el reloj esperando llamadas, grité nombres en silencio e irrevocablemente me supe enamorada. Enamorada al fin.

Así caí en cuenta que todos tenemos un A.L.E

Amor Lejano Eterno… A.L.E Todos lloramos con canciones, todos poseemos el anhelo de vivir el cuento de hadas, de dormir acurrucados al lado de quien se ama. Todos vemos de reojo y pintamos una raya. Llega la mañana, de esas donde la luna se asoma a destiempo, levantas la cabeza y por alguna razón lloras. Nadie te consuela, nadie sabe que sufres porque duele y te duele porque amas.

Pasan las horas, los días, meses, veranos, años. Cuánto tiempo le dedicas y sigues en la cansada tarea de llorar seco, de gritar silencios, de besar almohadas de tocar ventanas. Amas, criatura indefensa, con todo el ser, con cada poro, con cada vello, con cada paso lánguidamente dado.

Amor Lejano Eterno. Que duele y vacía las entrañas. Que provoca espasmos y falta de apetito. Amor Lejano Eterno. Que mima la vida no dada y la comunión de dos que se aman.

Pasará el tiempo, correrán montañas y tú lloras. Asesinarás tus sueños, serás víctima de la rutina y lloras. Más aún, lloras por la ausencia de aquél, no por tu falta de gracia. Lloras por lo incompleto de la vida y las mitades en gajos, las veredas sin surcos y las subidas empinadas.

Pero, así como se secan en las sucias mejillas esas gotitas saladas, juro que se seca la vida. Yo amé, yo amo yo amaré. Yo he vivido, vivo pero no viviré. Declaro entonces que ahora, después de desilusiones, amores y encuentros de infortunio: que fue mejor haber amado a quien fuera. Fue mejor haber besado, como haya sido. Fue mejor haber tocado y quemar mis manos a dejarlas frías un rato.

Declaro, lector amante mío… ante el sujeto de los mil nombres: ¡Si nos hubieras visto! ¿Cómo no haberlo hecho, cuando todos alguna vez hemos desprendido el aroma del amor consumado y la dicha del abrazo perpetuo? La imagen que describo, solo puede ser estampada en nuestra mente como la felicidad encarnada y la compañía satisfecha.

Al final… todos estamos vacíos, incompletos. Satisfechos y llenos cuando aquel, aquella llega nos besa, reposa, nos mira y nos sabemos propiedad ajena porque ya no perteneces a ningún lugar y el lugar que llamas casa está a su lado.

Brindo y celebro por las lágrimas y la desdicha. Algo más llega. Busquen, busquen. Juro ante mis dioses que no habrá nadie que les ame con desmesura, pasión y locura hasta que tengas un Amor Lejano Eterno. Mientras llega, mientras le esperas, mientras le lloras. Ama, vive, ríe, sueña… me han dicho que ya casi llega.

Para mi amigo Bebebond de Tololoy